Cuadragesimoctavo
Día
Síntesis General de la Sabiduría Hiperbórea :
La pregunta que inició el precedente
comentario esotérico decía ¿qué ha sido del Gral...? Como respuesta se obtuvo
que es erróneo indagar sobre el Gral ya que éste es virtualmente El Origen, y jamás se ha movido de
allí. Su asiento, en cambio, la
Vruna de Oricalco, posee las dimensiones de un objeto
material y es dado suponer que, en gran medida, éste sí resulta afectado por
las leyes físicas. Se puede entonces replantear el problema: ¿qué ha sido de la Vruna de Oricalco? ¿Continúa
aún sosteniendo la gema de Kristos Lúcifer? en este último caso la respuesta es
afirmativa: la Vruna
de Oricalco ha sido desde entonces el asiento del Gral, situación que no ha
variado en absoluto en los tiempos modernos. En cuanto a la primera pregunta se
debe comprender que sería una tarea imposible resumir aquí el itinerario
completo seguido por la Vruna
de Oricalco hasta nuestros días; ello obligaría a mencionar Civilizaciones
desaparecidas y, muchas de ellas, completamente desconocidas para la Cultura oficial. Me
remitiré entonces a los tiempos históricos, comenzando por establecer algunas
pautas que permitirán encarar el problema de manera correcta, evitando así
muchas supersticiones o desinformaciones.
1ro.
– La Vruna de
Oricalco ha sido muchas veces confundida con el Gral. En efecto; ya he
demostrado por qué el Gral no debe buscarse; sin embargo en algunas ocasiones
realmente ha habido transporte y se
ha pensado, con razón, que se trataba del Gral. Pero el Gral no es un objeto del cual pueda uno
apropiarse, y menos aún manipular o transportar. Con toda verosimilitud lo
que ha sido transportado es la
Vruna de Oricalco, en el marco de una Estrategia racial. En
ese caso no se puede achacar la confusión únicamente a la acción estratégica
enemiga porque, en la degradación de los antiguos Mitos hiperbóreos, la mayor
responsabilidad recae sobre la impureza sanguínea de los hombres.
2do.
– La presencia de la Vruna
de Oricalco entre los miembros de una comunidad de linaje hiperbóreo tiene la
virtud de favorecer la vinculación carismática y de legalizar la conducta de
sus Líderes.
3ro.
– La presencia de la Vruna
de Oricalco es la presencia del Gral y el pueblo a quien los Dioses hayan
confiado su custodia es sin dudas, en ese momento, el Linaje hiperbóreo más
puro de la Tierra.
4to.
– Para certificar si un determinado pueblo ha estado en posesión de la Vruna de Oricalco hay que
estudiar su arquitectura hiperbórea de guerra:
La
posesión de la Vruna
de Oricalco exige la construcción de estructuras de piedras con peculiares
propiedades topológicas.
Dichas construcciones pueden no parecer
hechas para la guerra, pero tal apariencia obedece exclusivamente a la
ignorancia que existe sobre la Estrategia Hiperbórea.
Un ejemplo lo constituye el “castillo” de Montsegur, sobre el monte Pog, en el
Languedoc francés. Esta construcción, que no es una fortaleza ni muchos menos,
se levantó para permitir que la secta hiperbórea de los Cátaros pudiese recibir y conservar la Vruna de Oricalco. Los
principios que allí predominan son los de la “ley del cerco” y de la “oposición
Estratégica” siendo tarea inútil pretender hacer de Montsegur un observatorio
astronómico o un templo solar. Pero como la arquitectura de Montsegur ha sido
proyectada en función de la
Vruna de Oricalco quien no atienda a esta clave jamás llegará
a resultado positivo alguno.
5to.
– Hay que distinguir entre el asiento del Gral, al que llamamos Vruna de
Oricalco, y el Signo del Origen, que la Vruna de Oricalco representa. Dije que en la
piedra azul violeta los Dioses engastaron una figura de Oricalco y denominamos
al conjunto, piedra y figura, Vruna de Oricalco. Pero el Signo del Origen, que
fue cincelado en Oricalco y engastado, posee por sí mismo el poder de presentar
“afinidad” con el Gral. Por eso muchos linajes hiperbóreos, que no alcanzaron
el Alto Honor de custodiar la
Vruna de Oricalco, recibieron en cambio el Signo del Origen
como premio a su Sangre Pura y reconocimiento del esfuerzo empeñado en su
Estrategia. Es así como el Signo del Origen tuvo, con el correr de la Historia , una particular
proliferación entre ciertos linajes que orgullosamente lo incorporaron a sus
estandartes. Naturalmente; los Líderes trataron en un principio de velar en
parte su contenido simbólico simplificando la figura, es decir, quitando
algunos elementos sugestivos, pero, luego de la caída en el exoterismo y la
vulgarización, el verdadero aspecto
del Signo del Origen fue olvidado; ya dije, por ejemplo, que la Swástika procede por
mutilación y deformación de aquel Signo Primordial.
Sin embargo en muchos casos, debido a
la extraordinaria pureza sanguínea de algún linaje, el Signo del Origen fue
exhibido completo, permitiendo a los Líderes emplear su enorme poder para
proyectar la luz del Gral sobre la masa del pueblo. Podría dar varios ejemplos
de comunidades asiáticas portadoras del Signo, pero tenemos a mano el caso de
los sajones que habían grabado el
Signo del Origen en un tronco de árbol al que consideraban columna del mundo, universalis columna. El fin de tan
audaz determinación merece también un comentario. Cuando en el 772 Carlomagno
conquistó Teutoburger Vald procedió rápidamente a destruir el tronco Irminsul y a ejecutar a cinco mil
miembros de la nobleza sajona. No conforme con esto, luego de tres décadas de
heroica resistencia, la Raza
sajona, de purísimo linaje hiperbóreo, fue totalmente “cristianizada” (previa
ejecución de sus más puros retoños). He sabido que muchos alemanes cultos
consideran “afortunada” esta espantosa campaña carolingia. Así, por ejemplo, el
profesor Haller opina sin rubor que “sin la sumisión de los sajones hoy no
existiría una nación alemana” pues “para el devenir histórico de la nación
alemana, tal cual hoy es, la incorporación de los sajones al Imperio de Carlomagno
era una condición previa imprescindible”. Esta opinión generalizada se basa en
el análisis “a posteriori” de los hechos históricos, y por eso, considerando
que la extinción de la dinastía carolingia posibilitó que doscientos años más
tarde la sangre sajona llegara con Otón I a ponerse al frente del mundo
occidental, se da por sentado que la dominación y “conversión” de los sajones
fue “necesaria” y positiva. He aquí mi humilde opinión: la Judeocristianización
de los sajones representa el más duro golpe que los Poderes Infernales
asestaron a los linajes hiperbóreos en la Era cristiana, mayor aún que la conversión de los
Vikingos, de los Celtas o la destrucción de los Cátaros, sólo comparable al
aniquilamiento de los Reinos Godos. Y la destrucción del árbol Irminsul, con la pérdida para occidente
del Signo del Origen, es una catástrofe muy difícil de evaluar.
6to.
– No es imprescindible, ni siquiera necesario, que la Vruna de Oricalco se
encuentre en el seno de un pueblo para que la influencia del Gral actúe sobre
éste. El Gral actúa sobre los hombres desde
el Origen, propiedad que no puede ser afectada por ninguna variable física,
se encuentre donde se encuentre la
Vruna de Oricalco. Por eso es hasta cierto punto absurdo que
se atribuya a tal o cual pueblo el haber alcanzado “un alto grado de
Civilización” porque “se encontraba en posesión del Gral”, dado que el Gral no
puede estar en posesión de nadie pues es, por disposición del Gallardo Señor,
prueba de la Divinidad
de todos los Espíritus cautivos. Lo que
un pueblo puede tener en custodia es
la Vruna de
Oricalco, pero sólo como premio y reconocimiento a una pureza racial obtenida previamente. Es decir que el hecho de
tener en custodia la Vruna
de Oricalco no es la causa de la grandeza de un pueblo sino que inversamente,
la pureza de su linaje lo hizo acreedor al Alto Honor de ser depositario del
asiento del Gral.
Pero, si bien la Vruna de Oricalco sólo es entregada a quienes merecen tenerla,
es cierto que su cercana presencia afecta al medio ambiente creando un
microclima mutante. Es por eso que los Dioses suelen depositar la Vruna de Oricalco, durante
las Epocas oscuras, en sitios apropiados para influenciar a los linajes menos
confusos.
7mo.
– De todo lo expuesto hasta aquí se desprende la importancia capital que
tendría para una comunidad de linaje hiperbóreo conseguir la custodia de la Vruna de Oricalco. Se impone
pues tratar con detenimiento sobre esta posibilidad. El problema puede
resumirse en la pregunta: ¿para qué necesita un Rey, o quienquiera que ejerza la Función Regia ,
encontrar el Gral, o sea, la
Vruna de Oricalco? A continuación, Dr. Siegnagel, lo invitaré
a una breve reflexión sobre la actitud que se debe adoptar al tomar
conocimiento de los hechos protagonizados por los Dioses Liberadores, y luego
daré respuesta al problema profundizando un poco más sobre la simbología del
Gral.
Se requiere una profunda meditación en
los símbolos que he presentado para captar su significado último, el cual debe
ser percibido siempre como dramático y trágico, pletórico de urgencias
espirituales. Nadie que haya tomado conciencia del increíble sacrificio
realizado por los Dioses al mantener el Gral en el mundo durante millones de
años mediante la
Oposición Estratégica , es decir, por un constante y continuo
acto de Voluntad, nadie que lo haya comprendido, repetimos, podrá permanecer
impasible, en medio de la confusión, sin experimentar urgencia por liberarse de
las cadenas del Demiurgo y partir, tratando de aliviar, de algún modo la tarea
de los Dioses. Nadie que compruebe con su sangre la verdad de estos símbolos
podrá evitar que el Honor, única moral del hombre, lo apremie con insistencia
para “abandonarlo todo” y partir. Pero esa partida será “con las armas en la
mano”, dispuesto a dar batalla sin cuartel a los Demonios y sintiendo que la
sangre se ha encendido por el Furor del Guerrero; por la “hostilidad esencial”
hacia la obra del Demiurgo, trasmutando la débil substancia orgánica del cuerpo
físico en vajra, la materia incorruptible. Es lo menos que el hombre puede
hacer para responder en alguna medida al auxilio que los Dioses han prestado a
los linajes hiperbóreos, posibilitando con su Estrategia Hiperbórea que el Gral
dé prueba del Origen Divino.
Voy ahora a la pregunta pendiente.
Pero no debe pensarse por esto que la Luz del Gral apunta a la
salvación individual de los hombres dormidos, para ello se dispone del “Canto
de los Dioses” y de las siete Vías secretas de liberación espiritual. Por el
contrario, dentro de la
Estrategia Odal el Gral debe cumplir el rol fundamental de restaurar la Función Regia , o
sea: debe servir a un propósito racial o social. Por eso el Gral será requerido
en todos los casos en que se intente instaurar el Imperio Universal o cualquier
otro sistema de gobierno basado en la aplicación social de la ley del cerco:
monarquía, fascismo, nacionalsocialismo, aristocracia del Espíritu, etc.
Los hechos históricos que conducen a
la “búsqueda del Gral”, siempre semejantes, pueden resumirse simbólicamente
como sigue. En principio el Reino es “terra
gasta” o el “Rey está enfermo” o simplemente el trono ha quedado acéfalo,
etc. Pueden haber muchas interpretaciones, pero esencialmente el símbolo se
refiere a un agotamiento o decadencia en el liderazgo carismático y a un vacío
de poder, sea que al Gobierno lo ejerza un Rey, Casta o Elite. Los mejores
Caballeros parten a “buscar el Gral”, en un intento por poner fin a los males
que aquejan al Reino y lograr que retorne el antiguo esplendor. Sólo uno
consigue encontrar el Gral y devolver el bienestar al Reino, ya sea “curando al
Rey” o “coronándose a sí mismo”. Curiosamente el Caballero triunfante siempre
es presentado como “tonto”, “loco puro”, “ingenuo”, pero especialmente como
“plebeyo”.
Los “mejores Caballeros” equivalen
aquí a cualquiera de las múltiples fuerzas sociales que se aprestan a lanzarse
sobre la Función Regia
cuando existe acefalía o vacío de poder. Finalmente “uno de ellos” triunfa y
restablece el orden en el Reino; “era el plebeyo y ahora es Rey, con la
aprobación y el consentimiento del pueblo”. En mi interpretación esto
significa, evidentemente, que una “fuerza social” ha predominado sobre las
restantes (los “otros Caballeros”) y ha
reemplazado el orden existente (que estaba entre-dicho) por un Nuevo Orden, unánimemente
aceptado por el pueblo. Pero si el
problema se reduce a una mera lucha por el poder: para qué necesita el nuevo
Rey (o nueva Elite, Aristocracia, Casta, etc.) encontrar el Gral?: porque el Gral confirma a la Función Regia.
Cuando en tiempos de crisis una Elite
o un Líder carismático accede al poder, con intenciones de restauración regia,
debe apresurarse a legalizar su
situación pues sino otra Elite o Líder vendrá a cuestionar sus títulos e
intentará también ocupar el lugar vacante, sucediéndose así una interminable
serie de batallas, políticas o militares. Pero si hay lucha por el Poder nadie tiene su control y puede ocurrir
que al final el Reino acabe dividido entre varias facciones. Es necesario
dirimir la cuestión, consultar a un juez infalible, a una autoridad indiscutida
y trascendente. Aquí es donde se plantea la necesidad de recurrir al Gral. ¿Por
qué el Gral? Porque el Gral es también la Tábula
Regia , la “lista de Reyes”; él dice quién debe gobernar, a quién le corresponde regir, porque él
revela quién tiene la
Sangre Más Pura. Pero esta revelación no es simplemente
oracular y arcana sino que por mediación del Gral la pureza del Líder, su
derecho a la Conducción ,
será conocida por todos y reconocida por todos, carismáticamente. De allí que
el loco puro, de linaje hiperbóreo pero de Estirpe plebeya, luego de “encontrar
el Gral” sea “reconocido por el pueblo” como Rey indiscutido.
Cuando un linaje hiperbóreo confía en
la luz del Gral para la elección de sus Líderes puede decirse con propiedad que
se sucederá una dinastía de “Reyes del Gral”. Durante el reinado de uno de
estos puede pasar que el linaje alcance un grado tan elevado de pureza, que se
haga digno de obtener la custodia de la Vruna de Oricalco. Es lo que ocurrió, por
ejemplo, en el siglo XIII en el
Condado francés de Toulouse cuando la
Vruna de Oricalco fue confiada a los Perfectos Cátaros. Se
alegará, contra esta afirmación, que los Cátaros eran maniqueos, es decir,
herederos de una tradición gnóstica, y que ése es el motivo por el cual fueron
aniquilados, existiendo sólo una relación circunstancial entre ellos, los
Condes de Toulouse y la población occitana. Tal argumento, de origen Golen
moderno, intenta desviar la atención del hecho más importante de la epopeya
cátara: su relación con el Gral. El hecho de que fuesen gnósticos, cosa que
nadie discute, y de que enseñasen una de las siete Vías secretas de liberación
basada en la Canción
de A-mort de los Dioses Leales, origen de la Cultura de los trovadores, cosa que pocos
conocen, no explica para nada su relación con el Gral. El Gral, en el marco de la Estrategia Odal ,
tiene un sentido puramente racial. Si la Vruna de Oricalco fue confiada a los Cátaros, es
porque estos participaban activamente en técnicas de trasmutación colectiva, las que no pueden excluir a la Función Regia , y
no simplemente “porque eran de filiación gnóstica”.
Un Tema conectado con la propiedad que
posee el Gral de ser Tábula Regia es el del Mesías Imperial y su imitación: el
Mesías Judío. En principio diré que se es Rey del Gral por la pureza de sangre,
atributo absolutamente individual que no depende ni de la Raza , ni de la Estirpe , ni de ningún otro
patrimonio material. Un Rey del Gral exhibe virtudes puramente personales tales
como el Valor, la
Intrepidez o el Honor y jamás fundamenta su prestigio en las
posesiones materiales o en el valor del oro. La autoridad de un Rey del Gral,
por estas razones, proviene exclusivamente de su carisma personal, el que se
extiende al resto del pueblo merced a la “vinculación” que se establece entre
el Rey y cada uno de ellos, en su
sangre, por mediación del Gral: ése
es el principio de la Mística
psicosocial. Por eso un Rey del Gral, en
su comunidad, es reconocido por el pueblo.
Naturalmente que todos los pueblos tendrían su Rey del Gral si la acción de la Sinarquía y de la Raza hebrea, con su
“Democracia”, “Socialismo”, “Comunismo”, etc., no hubiesen usurpado la Función Regia. De
todos modos cabe preguntar: ¿habría, a nivel universal, para los linajes
hiperbóreos, la posibilidad de que un Rey del Gral fuese reconocido por todos?
Se trataría aquí de una persona de innegable pureza cuya majestad resultaría
evidente para todos los linajes de la tierra, los que podrían aceptar o no su
potestad pero a quien no podrían negar el derecho de regir. Bien; es fácil
responder que el único Señor que acredita, para todos los linajes hiperbóreos,
tal derecho, es Kristos Lúcifer. Si El se presentase ante los linajes
hiperbóreos, su derecho a Regir por la Sangre , basado en su
innegable pureza, podrá ser aceptado o rechazado, pero jamás desconocido.
Pero la idea de un Mesías Imperial no
proviene de una mera especulación. Fue en los días negros de la Atlántida cuando, en
respuesta al clamor de los Dioses, surgió la posibilidad de que la excelsa
Presencia de Kristos Lúcifer se manifestase ante la vista de los hombres. En
esos días la confusión de los Espíritus cautivos era tan completa que ya nadie
respondía al Canto de los Dioses ni era capaz de percibir la Luz del Gral. Por eso se
anunció durante siglos la venida del Mesías Imperial, el Rey de los Reyes del
Gral, quien iba a restaurar la
Función Regia para restablecer la Aristocracia
espiritual de los Líderes hiperbóreos y destruir la Jerarquía sinárquica que
imponían los Demonios. La profecía finalmente se cumplió con la llegada de
Lúcifer, el Kristos de la
Atlántida ; pero su Divina Presencia fue cobardemente
resistida por los Demonios de Chang Shambalá quienes recurrieron a la magia
negra y abrieron una brecha entre las regiones infernales del plano astral y el
plano físico. A partir de allí se generalizó una terrible contienda que sólo
concluyó cuando el continente de la Atlántida “se hubo hundido en las aguas del
Océano”. No viene al caso relatar aquí sucesos que hoy nadie recuerda y que,
tal vez, no convenga recordar. Sólo agregaré que cuando el Demiurgo, según ya
expuse antes, concibe la siniestra idea de copiar la Presencia del Kristos de
la Atlántida ,
decide “anunciar” también la llegada de un “Mesías” imitando a su manera la
figura del Mesías Imperial. Pero las diferencias son enormes. He aquí algunas:
1ro.
– El Mesías Imperial viene a restaurar la Función Regia ; el
Mesías hebreo viene a ejercer la Función Sacerdotal. 2do. – El Mesías Imperial
acredita su derecho por la Sangre ; el Mesías
hebreo acredita su derecho por el
Corazón. 3ro. – Y por eso el Mesías Imperial será reconocido por el pueblo por la Sangre (carismáticamente); y por eso el
Mesías hebreo será reconocido por el pueblo (judaizado) por el Corazón (emocionalmente).