Quincuagesimoquinto
Día
De manera muy semejante a los Kassitas
del Rey Nimrod, se comportaron los vikingos de Groenlandia en el siglo XIV, Dr. Siegnagel. Fue por eso que los
Demonios de Chang Shambalá enviaron allí a Quiblón en el año 1447, a cerrar la Puerta de Thule que ellos
habían abierto. De regreso a Lisboa, luego de cumplir con éxito su misión,
Quiblón se prepara para el siguiente gran paso: navegar hacia el Oeste, en dirección de las Puertas del Paraíso
Terrenal y de K'Taagar. A la primera la debería abrir y disimular para que sólo
fuese empleada por los miembros del Pueblo Elegido y sus aliados, los Golen. A
la segunda, “otra puerta de Thule”, la debería cerrar definitivamente: la Puerta de K'Taagar, o de
Agartha, era la misma que los Atlantes Blancos alcanzaron miles de años atrás
marchando hacia el Este y que en los mapas medievales figuraba como “País de
Catigara”, el Reino del Gran Khan o del Preste Juan; aquella “Tierra de Catigara”,
sería ahora abordada inversamente
desde el Oeste, y su entrada sellada mediante el uso Cabalístico de los
Sephiroth. Después de la misión de Quiblón, Catigara desaparecería para siempre
de la Cultura
Occidental. O, lo que es lo mismo, desaparecería K'Taagar: la Casa de Tharsis tenía, pues,
los días contados para percibir la Señal Lítica en la Piedra de Venus y partir
hacia la Morada
de los Dioses Liberadores.
Sobre las Puertas de K'Taagar,
situadas en el Extremo Occidente, le
diré que existían cuatro “abiertas” en la Epoca de Quiblón: tres en América y una en la Antártida. De las
tres americanas, Quiblón sólo consiguió cerrar la Puerta del Centro, la más
directa y la que tomaron los Atlantes Blancos, que se encontraba situada en el
Triángulo de las Bermudas. La del Norte fue luego buscada infructuosamente por
los miembros del Pueblo Elegido, pero jamás pudo ser hallada, pues los Pieles
Rojas, Raza custodia, se encargaron de disimularla y protegerla muy bien.
Análogamente ocurrió con la
Puerta del Sur, guardada por los Atumurunas ingas, quienes
emplearon la
Sabiduría Lítica a fin de evitar que los Golen la
encontrasen. Y la antártica, ignorada durante varios siglos por el Enemigo,
recién sería utilizada en el Siglo XX
por la Orden Negra
para conducir al Führer hacia la Morada de los Dioses Leales
del Espíritu del hombre.
El Duque de Medinacelli, Don Luis de la Cerda , era, además de
descendiente directo del Rey Alfonso X,
el Sabio, un fiel Iniciado de la Fraternidad Blanca. En su Castillo se aloja Quiblón
en 1484, cuando abandona definitivamente Portugal para radicarse en España y
llevar a cabo la misión más importante de su vida: recibir el Verbo de
Metatrón, la Shekhinah ,
y realizar el Holocausto de Agua, Mem; y, con ese Poder, sacrificar a YHVH los Tres Imperios paganos
existentes mas allá del Mar Tenebroso. En esos días, los Golen se hallaban
fuertemente infiltrados en la
Orden de San Francisco, que en Huelva ocupaba el Santuario de
Nuestra Señora de la Cinta ,
en Palos el Convento de Nuestra Señora de la Rábida , en Moguer el Monasterio de Nuestra Señora
de la Granada ,
etc. Desde esas iglesias alentaban en secreto el funcionamiento de una logia
masónica Templaria a la que estaban adheridos numerosos laicos de la nobleza
andaluza, entre ellos el Duque de Medinacelli: los Iniciados de la logia
ostentaban el título de “Caballero Templario” y repetían los antiguos Ritos de
adoración a Bafomet de la Orden
extinguida en 1307. Esta logia es la que concede a Quiblón la última
iniciación y lo prepara esotéricamente
para recibir la
Shekhinah. Permanece entregado a esa empresa en el Castillo
de Medinacelli hasta 1486, fecha en la que el mismo Duque anuncia a los Reyes
Católicos la presencia del hombre que descubrirá para España los extensos y
ricos países del Oeste.
Los soberanos están dedicados a
completar la Reconquista
y ello causará, inevitablemente, que tarde o temprano caiga Granada en manos
cristianas: ésa sería la señal esperada por Quiblón. Entonces recibirá el Verbo
de Metatrón y su Poder será incomparable. Hasta ese momento se mostrará como un
humilde explorador, sólo deseoso de servir al Reino; luego de la caída de
Granada, tal como lo profetizaran Bera y Birsa, su voz será la Voz de YHVH y sus ambiciones irán parejas con su Poder; y nadie, ni los
Reyes, podrán resistir a las solicitudes de quien va a viajar hasta las Puertas
del Paraíso Terrenal. Pero es necesario hacer conocer previamente los planes de
Quiblón, familiarizar a los Reyes y a la Corte con el futuro Almirante de la Mar Océana. Y es por
eso que ya en 1486 los Golen arreglan la primera entrevista de Quiblón con Don
Fernando y Doña Isabel, que se hallaban a la sazón en Córdoba.
Como es lógico los Domini Canis también integraban la Corte y estaban dispuestos a
detener a cualquier judío o converso que intentase proponer un plan que
derivase en “la Gloria
y la Victoria
del Pueblo Elegido”, o en “el Triple Holocausto de unos pueblos desconocidos a
Jehová Satanás”. El Capitán Kiev, El Señor de Venus, había revelado 180 años
antes que ello sería anunciado por un hebreo “Quiblón”, al que sería difícil
detener. Así, pues, los Domini Canis
se mantenían alerta, pero ignoraban completamente que el Poder de Quiblón se
manifestaría al final, luego de la simbólica caída de Granada. Y en
consecuencia no sospecharon que Colón, un hombre insignificante y alucinado,
pudiese ser Quiblón, el Representante Mayor de las Potencias de la Materia. De cualquier
manera, Fray Hernando de Talavera, el Domini
Canis que los Reyes nombraron para estudiar la propuesta de exploración de
Colón, dio un fallo adverso y procuró desprestigiar al visionario enviado de
los Golen.
Empero, la Corte estaba infectada por
Caballeros Templarios o Golen, que apoyaron durante años a Colón: el Cardenal
Pedro González de Mendoza; el Contador Mayor del Reino, Don Alonso de
Quintillana; el preceptor domínico del príncipe Don Juan, Fray Diego de Daza;
el Camarero del Rey, Don Juan Cabrero; el Comendador Don Gutierrez de Cárdenas;
el astrónomo franciscano Fray Antonio de Marchena; etc. Y, la ayuda más
efectiva: la de Luis Santangel, el Escribano de Ración de la Corona aragonesa, especie
de secretario del Rey de Aragón; quien era poderoso banquero y pertenecía a una
familia hebrea recientemente convertida al cristianismo. Este personaje
siniestro, en combinación con un grupo de banqueros judíos de Génova, sería el
financista de la expedición de Colón, en 1492: ofrecería entonces un préstamo
de un millón de maravedises a tan bajo interés, 1,5%, que prácticamente
decidiría a la Reina
a autorizar el viaje de Quiblón.
En 1491 los Reyes se encuentran frente
a Granada, en un vivaque muy grande que dará lugar a la población de Santa Fe.
Hasta allí llega Colón, ansioso por contemplar la toma de Granada y emprender
su misión. Sin embargo será nuevamente Fray Hernando de Talavera, quien se
prepara para desempeñar el cargo de Arzobispo, el que frustre sus planes e
impida que se entreviste con sus Majestades. Mas la caída de la ciudad está muy
próxima y Quiblón presiente la manifestación de YHVH. Se dirige, pues, directamente al Convento de la Rábida , en Rus Baal, lugar
consagrado a la Gran Madre
Binah: espera que el Amor de la
Diosa , la
Virgen de los Milagros, lo auxilie ante la inminencia de los
acontecimientos del Destino. Y en la
Rábida lo está aguardando la plana mayor Golen para
desarrollar el Ritual del Sepher Iche, la Ceremonia que permite a la Inteligencia de Binah
depositar en el corazón del Iniciado la Semilla de Barro del hombre arquetípico: sólo que
esta vez el Amor de Binah facilitará la expresión del Niño Metatrón, un Aspecto
Reflejo de Kether, la Corona
de El Uno.
El jefe máximo de los Golen es Fray
Juan Perez, superior del Convento de Nuestra Señora de la Rábida y Supremo Sacerdote
de la Orden de
Melquisedec. Lo secundarán en el Ritual, los laicos, y los Caballeros
Templarios, Pedro Velazco y García Fernandez, así como el franciscano Antonio
de Marchena. El 2 de Enero de 1492 Boabdil entrega Granada a Don Fernando y a
Doña Isabel; a continuación, el Arzobispo Domini
Canis Hernando de Talavera conmina a los herejes, árabes y judíos, a
convertirse al cristianismo: en caso contrario deberán abandonar España; quince
días después, en La Rábida ,
se cumple la profecía de Bera y Birsa.
Quiblón, luciendo el hábito
franciscano, se halla frente a la magnífica escultura de la Milagrosa : esa obra se
atribuye generalmente al Apóstol San Lucas pero en verdad, según se vio el Día
Trigésimo, fue tallada por un monje Templario del siglo XIII. Los Golen acaban de oficiar el Ritual y el Gran Sacrificador ha recibido la Shekhinah. Quiblón se
siente entonces como poseído por el Alma Universal de YHVH y cae de
rodillas ante la imagen de la
Madre de Dios, a quien ve como si estuviera viviente y cuyo Amor sin límites le consume el corazón. Un prodigio se produce y la Granada de Su Báculo
comienza a sangrar; pero Quiblón no lo nota: oye en cambio a la Gran Madre Binah
hablarle en el más puro idioma hebreo:
–Santo Quiblón, Gran Sacrificador,
Hijo del Anciano de los
Ancianos
¡Su Verbo creativo es tu
sagrada Voz!
El Logos Seminal del
Padre
está en la Razón de tu Mente;
pero el dulce Amor de la Madre
te quema de pasión el
Corazón.
Yo Soy Binah, la Madre del Meshiah,
Yo Soy Binah, la Madre de Metatrón.
Yo Soy Binah, La Inteligencia de Dios.
Yo Soy quien guiará tu
Rumbo
en el oscuro Mar del
Terror. ¿Quién podrá, entonces, detenerte,
Santo, Santo, Santo,
Quiblón?
Por Mí entiendes el
Misterio del Templo,
por Mí recibes la Vida de Rimón.
Al Padre regálale la Sangre.
Para Mí, quiero el Amor.
Hay tres Imperios que
esperan
su pronta destrucción.
Ríos de Sangre Cálida,
derramará el Español.
Esta Raza arrogante,
de albina distinción,
será el puñal filoso del
Sacrificador.
Como Raza, la Sangre
de los Pueblos Paganos
ofrendarán a Dios.
Mas, de a uno apareados
con los sobrevivientes
procrearán sin freno
los Hijos del Horror.
Esta será Mi recompensa
Santo, Santo, Santo,
Quiblón.
Al Padre, regálale la Sangre.
Para Mí, quiero el Amor.
Y esa Raza soberbia,
del valiente español,
se hundirá en la marisma
de la Baja Pasión.
¿Qué quedará de ella,
Santo, Santo, Santo,
Quiblón?:
Millares y Millares de
Hijos del Horror.
Y en esos Hombres Nuevos
mis Semillas de Barro
germinarán mejor.
Yo no quiero la Raza ;
Yo requiero el Amor.
Muchos Hijos Yo Tengo.
De los Hombres Mortales,
Madre Soy.
Mas mi Hijo Primogénito
es el Pueblo Elegido,
el Pueblo del Señor.
Sobre los Hombres de
Barro
a él le corresponde
Gobernar sin Temor.
Porque suyo es el Reino
Malkhouth, de YHVH Sebaoth.
Es
bello como un Angel,
es duro como Dios,
es Shekhinah, la Esposa ,
es el Meshiah, es
Metatrón.
Tiene mi Inteligencia.
Puede obrar con Rigor.
Mas si acaso desciende
a la Baja Pasión :
no hay pecado en sus
actos;
para él hay Perdón.
Es la Alegría del Padre,
es la Comprensión de la Madre ,
es el Pueblo Elegido,
el Pueblo del Señor.
Mi hijo primogénito,
de todos el Mejor.
Sus hermanos erraron
enfriando el Corazón;
recibiendo la Semilla de Piedra
de la Enemiga del Amor;
de la Negrura Infinita
tras la Muerte del Alma;
de la Negrura Helada
tras la Muerte del Cuerpo;
de la Negra Nada sin Creador;
de la Negrura Eterna
tras la Muerte Final ;
de la Verdad Desnuda
tras la Muerte Kâlibur ;
del Negro Abismo del
Fondo de Sí Mismo.
Por ella tronará el
Castigo.
Por ella punzará el
Dolor:
el Juicio de las
Naciones,
el Holocausto de Fuego,
Ella es el Mal sobre la Tierra ,
es la Muerte del Alma, ha enfriado la Piedra ,
es la Enemiga del Amor.
Muchos Hijos Yo tengo.
Del Hombre de Barro
Madre Soy.
Yo Soy Binah, quien
llora
sobre la Piedra Fría
que la Virgen de Agartha
puso en su Corazón.
Yo Soy Binah, la Madre de Metatrón
Yo Guiaré tu Rumbo,
Santo Quiblón,
adonde Tres Reinos
esperan
su pronta destrucción.
Dad al Padre la Sangre
Gran Sacrificador;
Y reserva a la Madre
el Calor del Amor.
Abre pronto El Camino
para el Pueblo Elegido,
el Pueblo Redentor;
y cierra los sentidos
a la Negrura Eterna
que enfría el Corazón.
Yo Soy Binah; de tu Alma
Madre Soy; Yo Soy Binah,
quien te dará la Iluminación.
Yo Soy Binah, quien te
bendice ahora.
Hijo del Anciano de los
Días,
jamás olvides tu Ascendencia,
Santo,
Santo, Santo, Quiblón.
Sólo el Gran Sacrificador ha escuchado
este mensaje, pero todos los presentes comprenden que la Virgen del Milagro ha
hablado internamente con él. Y Quiblón, presa del éxtasis místico, permanece de
rodillas durante horas, absorto en la contemplación de la Madre Cósmica. Los
Golen se retiran al fin prudentemente, dejando al Rabino Almirante sumido en la
intimidad de sus visiones celestes; Ellos, por su parte, han visto a la Madre de Dios llorar por Sus
Hijos apartados de la Ley
del Amor, y a Su Granada sangrar de Pasión; y han recogido sus lágrimas y su
Sangre, para Gloria y Victoria de la Iglesia Golen y de la Sinagoga de YHVH Sebaoth, para dar Testimonio de la Shekhinah del Pueblo
Elegido, el descenso del Reino Malkhouth.
Días después, los Golen se disponen a
mostrar su jugada secreta, una auténtica “carta en la manga”: Fray Juan Perez
es confesor de la Reina
Isabel ; él puede allanar todos los obstáculos para que
Quiblón se exprese ante los Reyes; y entonces, como si interrogara la Milagrosa , “¿quién podrá
detenerte Santo Quiblón?” Así, el Golen Juan Perez se dirige a Granada y
concierta la famosa entrevista; Luis Santangel y los banqueros judíos genoveses
se aprestan para financiar la empresa que será una vía de escape infalible para
sus hermanos de Raza; y los Domini Canis,
tomados completamente por sorpresa, nada pueden hacer esta vez para sabotear
los planes de la
Fraternidad Blanca. En Abril de 1492, Quiblón, el miserable
judío converso, quien poco antes carecía hasta de indumentaria y alimentos,
reclama para sí y su descendencia el Almirantazgo de la Mar Océana por la Corona de Castilla, el
virreinato de todas las tierras descubiertas y los países por conquistar, el
diezmo sobre todos los productos que se trajesen a España, ya sea botín o
mercancía, etc. Y a tan desmesuradas exigencias acceden los Reyes en la
capitulación del 17 de Abril de 1492, firmada en el campamento de Santa Fe,
frente a Granada. Es que nadie, ni los Reyes Católicos, pueden oponerse al
Verbo de Metatrón: Granada, la
Ciudad de los Judíos, ha caído en poder de los gentiles,
análogamente a lo ocurrido con Jerusalén, destruida por el General Tito mil
cuatrocientos años antes; y como entonces, ahora sobrevendrá la diáspora del
Pueblo Elegido. Pero esta vez la dispersión no durará mucho tiempo; el Pueblo
Elegido será prontamente reunificado y orientado hacia su Destino de Gloria:
para eso la Orden
de Melquisedec ha enviado a Quiblón, el Santo Anciano le ha confiado su Verbo,
y la Madre de
Dios guiará sus pasos.
El 3 de Agosto de 1492, exactamente en
el 1422 aniversario de la toma de Jerusalén, parte Quiblón del Puerto de Palos,
en Huelva, con tres Carabelas que ostentan la Cruz con la Orden del Temple. La tripulación se integra
mayoritariamente de judíos conversos y lleva un Ladino, el Rabino Luis de
Torres, que traduce hebreo, arameo y árabe. Contrariamente, no viajan
sacerdotes cristianos en las Naos. A su
regreso, el 15 de Marzo de 1493, tras haber cerrado la puerta de
K'Taagar, haber abierto la
Puerta del Paraíso para sus hermanos Golen y judíos, y haber
iniciado el Gran Sacrificio de los Pueblos Paganos, Quiblón se dirige
directamente al Santuario de Nuestra Señora de la Cinta : debe agradecer a la Madre de Dios Su Guía y
Protección.
Los Señores de Tharsis comprendieron
muy tarde que Cristóbal Colón era en realidad “Quiblón”, el Supremo Sacerdote
de la Fraternidad
Blanca del cual los advirtiera el Capitán Kiev. Cuando todo
estuvo claro para ellos ya no hubo remedio: España entera, ciega como Perseo,
se aprestaba a arrojarse sobre el triple cuello de Medusa. Los derrotó un
hombre al que subestimaron desde el principio, un hombre que, irónicamente,
jamás ocultó demasiado sus intenciones, un hombre, Dr. Siegnagel, que firmaba S.A.M.,
es decir, Samekh, Aleph, y Mem, las iniciales de Quiblón que significan “S”hekhinah, “A”vir, y “M”etatrón, el triple principio
inmanente del Arbol cabalístico Rimmón. Observe, Dr. Siegnagel, el facsímil de
la firma de Colón, que le adjunto, y comprobará que a la izquierda se encuentra
un monograma formado por las letras hebreas Beth y He, iniciales del
saludo tradicional Borush Hasheim, y
luego S.A.M., en columna vertical.
Los puntos corresponden a una
indicación en arameo de “palabra”, y las restantes letras completan una “tabla
mágica”, o Kadisch, que puede ser leída en varios sentidos, según las formas
cabalísticas: las “S”, a ambos lados
de la “A”, quieren decir “Shaddai”; la “Y” es la inicial de YHVH; y la “X” significa “Cristo”,
que era sinónimo de Messiah entre los judíos españoles. En el último renglón,
bien claro, se lee “Cristo Ferens” que no significa “Cristoforo”, como pretenden los Golen, sino “Heredero del
Messiah”, pues ferens equivalía a herencia en la Edad Media. Aquellas
iniciales S.A.M., de Quiblón,
también se hallaban en el manto de la
Virgen de la
Cinta , según las instrucciones que Bera y Birsa dieran a los
cuatro Sacerdotes, y tal como pueden verse hoy día en su Santuario.